"No tengo nada a lo que aspirar en la vida"
El yo de hace un año... ¿qué le habrá ocurrido?
En este momento me pudro ante un rectángulo brillante. Ya ni siquiera sé que hago, mis manos aprendieron a moverse en un patrón al cual hace mucho me he adaptado. Me siento cada día más como si fuera un caparazón vacío, sin vida, impulsado por los mismos movimientos rutinarios grabados en la cabeza.
Todo mi cuerpo se pudre. Mis ojos, piel, dientes, todo. Ni siquiera pretender que las cosas están bien es una opción porque el propio concepto de "bien" me es confuso. Mi bien no es el bien de los demás, y eso está más que claro. ¿Por qué otra razón la gente me rechazaría? Es obvio, hay muchos que me quieren lo más lejos posible. Soy casi como un mal presagio, de hecho me gusta describirme de esa forma, es bastante apropiado.
Ya poco me importa estar condenada a no adaptarme al mundo, entender a los demás es demasiado esfuerzo. Se podría decir que me he rendido en ese aspecto, pero no importa. Porque estoy segura que aquellos que me menospreciaron terminarán pagando. En sangre, en infortunios, en dolor... y en lo posible de la forma más miserable posible, sin perdón ni piedad alguna.
Sí, otra cosa que también me gusta es mentirme.
"Todo va a salir bien", "no te preocupes, el tiempo lo cura todo", "sé que puedes salir adelante", "cuentas con mi apoyo", y un largo etcétera. No, nada de eso es real.
Es irónico que me termine resignando al odio hacia quienes me han tratado con injusticia, considerando mi enorme debilidad mental y estupidez en general, pero al menos es algo que me ayuda a conciliar el sueño. Mi cabeza se ha vuelto una prisión de espejos, no importa en que dirección mire, estoy yo, recluida... y mi propia imagen es mi carcelero. Siempre es yo, yo y yo, no puedo vivir en paz sin mis limitaciones e inseguridades interponiéndose.
Hay un tema del cual no quiero hablar de momento, pero habré de tocar un día de estos, claro si es que la enorme desmotivación que hace peso en mí decide compadecerme. Sólo diré que alguien está disponible en echarme una mano, una soga para poder trepar y salir de este pozo negro.
Para terminar con este desquite arrogante, espero que todo se pudra, incluyéndome.
No puedo creer en que me he convertido...